jueves, 12 de febrero de 2009

Donde dijo digo, digo Diego



Es increíble cómo se alteran las historias. Lo vivido ayer después de las declaraciones del juez Paul Barbadoro sobre el papel de la prensa y el de los analistas me hizo recordar el juego de los secretos. Sí, ese que se juega en campamentos, talleres o charlas para probar la habilidad innata del ser humano de tomar un dato cierto, adornarlo, quitarle, pegarle y sumarle y, al final del camino construir un hecho alterno, similar al inicial pero sin duda diferente en los puntos mas neurálgicos.

Algo así se dio ayer miércoles con las declaraciones del juez Paul Barbadoro sobre por que no permite la entrada de la Prensa a la segunda etapa de desinsaculación del jurado en el caso contra Aníbal Acevedo Vilá y Luisa Inclán Bird. En medio de la vista, Barbadoro denegó la solicitud de los periodistas a tener acceso a sala durante las entrevistas a potenciales jurados, argumentando que algunos elementos de la cobertura mediática y expresiones de analistas o comentaristas le habían parecido inadecuados. “Algunos de ellos (de los comentaristas) realizan comentarios excesivamente partidistas. Es como si su afiliación política los colocara en un “equipo” (…) y ellos siguen esos “equipos”. Algunos de ellos son abogados colegiados. Sus comentarios prejuzgan a los acusados”, dijo el juez en sala.
A esas expresiones, el compañero Oscar Serrano, presidente de la Asociación de Periodistas -quien argumentó nuestra petición- respondió al juez que no parecía justo evitar la entrada de periodistas a sala por declaraciones hechas por comentaristas. “No somos analistas políticos, somos periodistas”, contestó Serrano al insistir en que no debía existir relación entre la incomodidad del juez sobre los comentarios de analistas y la presencia en sala de periodistas.
Esas expresiones parecen haber provocado un verdadero caos. Y el problema es que no entiendo por que. Algunos compañeros comentaristas insisten en atribuir a Oscar Serrano el juicio valorativo sobre la labor de algunos analistas, Ahí el primer error. Los dicho sobre los comentaristas no salio de la boca de Serrano, si no del propio juez. Eso es un hecho no debatible.
“Yo no le creo a Oscar eso de que es culpa de los analistas”, escuché hoy decir a un comentarista. El asunto es que le crea o no a Oscar, eso fue lo que dijo el juez. “Debió haber defendido a los analistas”, escuche a otro decir. El problema es que la moción defendida por Serrano no fue presentada por analistas, sino por periodistas. “El issue es, ¿Cómo se enteró el juez de lo que dicen los analistas? El juez no sabe español” dicen otros. Pues el issue, si existe, es fácilmente resuelto. Como dijo el propio juez en sala, ello es información que le llega gracias a personal de la propia corte. “Yo no hablo español y tengo que creer en lo que me han dicho sobre la cobertura de la radio en Puerto Rico y que hay miembros del bar participando de esos programas", dijo el juez.
Me parece desafortunado que las expresiones del juez hayan servido para dar vida a una pugna en la que los periodistas y analistas se han convertido en los protagonistas. Una pugna a mi juicio, artificial. Ese, sin duda no debe ser el issue. Por lo menos no el que sirva al interés que representamos. El de quienes dependen de nuestras voces para mantenerse informados. Ese, señores, es el issue.

4 comentarios:

El Cizañero dijo...

!Qué bueno, Julio, que tengas este blog! !Cuánto bien le hace al debate público! Gracias.

editor dijo...

Lo que me parece es que los periodistas estamos perdiendo el norte. Nosotros estamos para cubrir noticias no para hacerlas. La posición del Juez me parece que fue correcta. Su funcion es defender el derecho del acusado a tener un juicio justo. Y si bien es cierto que el no se refirio a la cobertura periodistica, que gana el pueblo con saber que Anibal suspiró en sala, o se comió un emparedado. Que gana el pueblo con conocer dijeron Buenos dias cuando llegaron y Buenas Noches al cierre de la jornada. No me quiero imaginar las historias sobre las preguntas a las jurados y las contestaciones que dieron. Estamos en la epoca de los rating, y los duenos de los medios nos obligaran a escribir lo que sea con tal de conseguir audiencia. Aunque en el proceso se ponga en juego el juicio justo de un acusado, se llame Acevedo Vilá, Pedro Perez o mi mama.

Julio Rivera-Saniel dijo...

Editor:
Aunque coincido en parte de tus argumentos, aclaro un par de cosas.
Para empezar, la mocion presentada por los periodistas no fue radicada con el interes frivolo de "hacer noticia". La radicacion respondio al interes de poder cubrir, como en procesos anteriores, el proceso de desinsaculacion del jurado.
Segundo, conocer las preguntas y respuestas de los potenciales miembros del jurado no es un ejercicio sin importancia, sobre todo si se tiene en cuenta que la defensa ha rpesentado una mocion reclamando que entre los aspirantes a jurado hay un excesivo numero de empleados federales. Escuchar la spreguntas y concoer las respuestas pudo haber arrojado luz sobre lo que el juez busca (o repudia) en el jurado. Eso, claro, no será reseñado bajo la norma del juez.
Tercero, el caracter alegadamente nocivo de los comentarios de los analistas no será alterado porque nos quedemos fuera de sala. Los comentaristas seguirán comentando mientras los periodistas no podrán reportar.

LRamos dijo...

A la verdad que las tribus no solo estan en los partidos politicos. esta en la religion, clase economica, ocupacion, region donde reisde, pueblo, sector, barrio, calle y apellido. Nos dividivos en tantos grupos y sub-grupos que al final se queda uno solo con sus ideas. Los periodistas pelean contra los comentaristas aun que sean de la misma evisora.cuando uno pertenece a alguno de estos grupo es cuando se pierde la objetividad.los analistas radiales estan parcializados por sus idelaes politicos. algunos periodistas buscan hacer noticias y emiten opiniones parcializadas cuando se insinua que no hacen un buen trabajo.